Wednesday, May 31, 2023

1,700 Caregivers On Strike to End Poverty

Over 1,700 union group home and day program workers providing care for individuals with disabilities in six Medicaid-funded agencies across the state walked off their jobs on May 24 in an indefinite strike to end poverty. They are members of SEIU District 1199NE.

In addition to picketing work sites the caregivers are striking at the State Capitol each day to bring their message to Governor Ned Lamont and state legislators as they near the June 7 deadline for a state budget.

I’ve been in the long-term care field for 20 years. I make $17.25 an hour,” Sylvia Grant, a caregiver working with Oak Hill for the past two years. “I’m prediabetic. I cannot afford my health care. I cannot afford to get sick. This is not acceptable. I should not have to make these choices in my life, while I’m taking care of the lives of other people.”

Caregivers are demanding a pathway to $25 an hour minimum wage, affordable healthcare and funding for retirement. To achieve these improvements in compensation and economic justice, strikers are demanding an additional $400 million in this state budget in Medicaid funding for group homes and day programs that care for individuals with disabilities.

This Medicaid funding, which requires $200 million in state funds and $200 million matched by federal funds, will lift both union and nonunion group home workers out of poverty in Connecticut.

The striking workers are receiving wide support, including from the Recovery for All coalition of 70 organizations state wide. An appeal from CT AFL CIO president Ed Hawthorne gives six ways to support the strike. A petition is being circulated on social media, donations are being accepted for the strike fund, and commitments to adopt a picket line are being organized.

Calls to legislators and the Governor’s office (860-566-4840 )are urged in support of a living wage, affordable healthcare and a pension for the caregivers.

The striking caregivers set up a “Lamont-ade Stand”outside the Governor’s residence, and pitched tents on the Capitol grounds to dramatize their struggle with homelessness with poverty wages.

The strike includes six agencies at nine locations providing care for about 1,500 individuals with intellectual and developmental disabilities: Oak Hill, Mosaic, Whole Life, Network, Caring Community, and Alternative Services, Inc.

Saturday, May 27, 2023

La Vivienda es un Derecho Human

 


Nuestro estado y nación están en una situación de emergencia respecto a la vivienda lo que requiere una acción inmediata. Es inaceptable que los trabajadores, los jubilados y los discapacitados se han visto obligados a vivir en sus coches, en salas de emergencia de hospitales, o pasar semanas esperando camas en un refugio, solo para que los dueños de los apartamentos que son propietarios corporativos puedan aumentar los alquileres y así aumentar su ganancias.


La vivienda es un derecho humano, no es solo una mercancía. Cada ser humano necesita vivienda para vivir en un espacio seguro donde estén protegidos de los elementos naturales y puedan convivir en un ubicación estable con otras personas. Sin embargo, desgraciadamente en nuestro país la vivienda es utilizada por propietarios corporativos, grandes y pequeños, para hacer ganancias a expensas de millones de personas que necesitan un lugar para vivir.

La gente lucha por encontrar viviendas dignas y seguras con precios de alquiler o hipotecas asequibles. Algunas personas se aglomeran en unidades de vivienda o se resignan a vivir en un sofá con tal de salir adelante, mientras que otros se ven abandonados a la intemperie.


Como resultado de las prácticas racistas, como la línea roja, las personas de color son las que mas sufren de no tener viviendas asequibles y adecuadas, incluyendo comunidades segregadas, racismo ambiental, trabajos de bajos salarios, instalaciones educativas, de salud y recreativas inadecuadas, y ataques de la policía.


En 1948, las Naciones Unidas aprobaron por abrumadora mayoría la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece claramente que todas las personas tienen derecho a un nivel de vida adecuado a la salud y el bienestar de ellos y sus familias. Este derecho incluye el derecho a la vivienda y el derecho a la seguridad en el caso de desempleo, enfermedad, invalidez, vejez u otra falta de medios de subsistencia. Estos derechos expresos son la base de más de 70 acuerdos internacionales.


El derecho a una vivienda digna y asequible está vinculado a todos los seres humanos, las luchas que enfrentamos como trabajadores y personas oprimidas dentro del Sistema Capitalista cuyo objetivo es agrandar al máximo  las ganancias para el grupo de gente gobernante dueño de las corporaciones, que no le importa  las necesidades de las personas, ni las del planeta.


Es hora de traer la vivienda como un derecho humano al frente de las luchas de hoy en muchos niveles: comunitario, estatal y nacional. En el espíritu de esta crisis, ofrecemos el siguiente programa:

¡LA VIVIENDA ES UN DERECHO HUMANO!


La Crisis de vivienda en Connecticut


Connecticut se enfrenta a una crisis  de vivienda cada vez peor en cuanto a  precios asequibles, agravada por la avaricia empresarial y los prejuicios históricos. Somos el décimo estado menos asequible para obtener un alquiler razonable, con aumentos de alquiler promedio año tras año en cualquier lugar del 12 al 27% en los últimos 5 años. 


Las familias trabajadoras en nuestro estado están cada vez más sobrecargadas con los pagos de alquiler o se quedan totalmente sin vivienda. De hecho, cuatro de las cinco ciudades más grandes en Connecticut han llegado a constar en la lista de las 100 áreas metropolitanas en los Estados Unidos por las tasas más altas de desalojo.


Cuando los alquileres suben, las familias de clase trabajadora en las ciudades de Connecticut, a menudo no pueden mudarse debido a la falta de opciones de alojamiento disponibles y asequibles. Familias de clase trabajadora que buscan comprar una casa se quedan fuera de esa oportunidad por el alto valor de la misma. Veinte por ciento de todas las viviendas en venta es comprada por instituciones inversionistas, como Blackstone y UBS Realty Investors, únicamente para el propósito de revenderlos. 


Investigadores del Centro Conjunto de los Estudios de Vivienda explican que estas condiciones “también pueden dar incentivo para los propietarios de apartamentos que, al ver una demanda creciente entre los hogares de altos ingresos, pueden hacer la transición de unidades de precios moderados a unidades de niveles de renta más altos, agotando así la oferta de unidades de renta más baja. y ejerciendo más presión sobre los inquilinos de las unidades de ingresos bajos y medianos.”


Esta estructura perversa de incentivos conduce a un problema crónico de asequibilidad de la vivienda. Según la Coalición de Vivienda de la Comisión Nacional de Bajos Ingresos, Connecticut carece de un estimado de 89,000 viviendas asequibles que estén disponibles para inquilinos con muy bajos ingresos, que constituyen un tercio de los inquilinos en el estado. De estos inquilinos que han podido encontrar vivienda, el 68% gasta más de la mitad de sus ingresos mensuales en alquiler, en comparación con los lineamientos federales que sugieren que el gasto en vivienda sea el 30% de los ingresos. El Partido Comunista de EE.UU. exige que la vivienda cueste no más del 10% del ingreso de un hogar.


Antes de la implementación de la ley del Derecho a la Defensa en 2021, o sea, el derecho a tener un abogado, menos del 7% de los inquilinos tenían representación legal en  los casos de desalojo, en comparación con el 80% de los propietarios que estaban representados por un abogado. Los inquilinos que no tenían abogado tenían el doble de probabilidades de ser desalojados. Una evaluación reciente del Derecho a tener abogado encontró que el 76% de los inquilinos que consiguieron un abogado pudieron evitar una sentencia de desalojo y el 71% pudo evitar un movimiento involuntario.


Por primera vez en 10 años, la falta de vivienda está aumentando en Connecticut. Solo un tercio de las personas que llaman al 2-1-1 para solicitar vivienda de emergencias obtienen colocaciones en albergues, los dos tercios restantes son dejados en la calle.


El problema de los alquileres de alto costo, las viviendas de mala calidad y los desalojos lo soportan desproporcionadamente los   residentes negros y latinos, que representan la mayor parte de los inquilinos de bajos ingresos y que tienen más más del doble de probabilidades de ser desalojados que los inquilinos blancos. 


Las cuatro ciudades con la tasa más alta de desalojos en Connecticut también tienen la tasa más alta de residentes negros o latinos. Las mujeres arrendatarias, a menudo cabeza de familia, representan el 56% de los expedientes de desalojo. Miembros de la comunidad LGBTQ+, así como los indocumentados, están entre los más desastrosamente discriminados por los propietarios.


La vivienda es esencial para la seguridad y la prosperidad de nuestro estado, y el sustento de las familias de clase trabajadora y la gente de  color. A pesar de los esfuerzos durante décadas, muchas de las políticas racistas de zonificación históricamente establecidas para mantener la segregación y excluir la vivienda para las familias de la clase trabajadora y las personas de color, continuan.


“Zonificación excluyente” en localidades ricas, incluyendo restricciones en el tipo de vivienda, tamaño del lote y mandatos de estacionamiento, requisitos de piso, restricciones de escritura y limitaciones de ocupación hacen que sea más difícil para crear viviendas asequibles, ejerciendo presión sobre los alquileres en todas partes y, a menudo, dejando a las personas de color en una situacion de vida deficiente.


Un análisis de la EPA de los peligros para la seguridad ambiental en áreas residenciales  encontraron que más de 9,000 propiedades subsidiadas por el gobierno federal se asentaban dentro de una milla de los sitios Superfund. Los sitios Superfund son áreas que están tan contaminadas que requieren una respuesta de limpieza a largo plazo para remover el material peligroso.


La Gente antes de las Ganancias en Vivienda


La crisis de la vivienda está incrustada en la crisis del capitalismo. Las injustas desigualdades de este sistema quedaron expuestas durante la pandemia. Durante la pandemia, 12 multimillonarios de Connecticut agarraron $ 15 mil millones en nueva riqueza mientras que los trabajadores indispensables y los trabajadores de salariados bajos, muchos de ellos mujeres y personas de color, fueron abandonados luchando por sobrevivir, trabajando muchas horas pero sin conseguir que su salario cubra el costo de la vida. El elevado costo de la vivienda intensificó esta desesperada situación.


La lucha por la igualdad de acceso a viviendas asequibles de calidad es una batalla constante cuando la vivienda es una mercancía en el "libre mercado". El afán de lucro pisotea el derecho básico a la calidad de vivienda asequible. Así la lucha por la vivienda como derecho humano muestra la necesidad de una visión más grande y el socialismo, donde la vivienda es un derecho humano y los costos son una fracción de los ingresos. La lucha por la vivienda es una lucha por la democracia y un cambio de prioridades para proteger los derechos de los inquilinos y los derechos de los dueños de casa.


En Connecticut esto subraya la necesidad de reducir a los inversionistas financieros y sus ganancias. Y a nivel estatal y local, una política que limite las adquisiciones y los permisos a los inversionistas de alto calado y coloque recargos fiscales en grandes adquisiciones por parte de los mega inversores, de manera que se puedan ayudar a preservar la calidad de vida de las comunidades de la clase trabajadora. 


También se necesita una política para proteger a los inquilinos de la especulación de precios al permitir a los arrendatarios organizarse y darles poder en órganos de control que controlan los aumentos de alquiler y prohibir las represalias.


La crisis de la vivienda deja en claro la necesidad de la inversión pública a gran escala en viviendas asequibles, sostenibles y accesibles a la clase trabajadora, incluidos los más vulnerables. Destaca la necesidad de prioridades nacionales que financien las

necesidades humanas y no el inflado presupuesto militar.


El Partido Comunista de EE. UU. en Connecticut y a nivel nacional tiene una larga historial de participación y organización para obtener un alojamiento seguro y asequible. Estas acciones incluyen la lucha contra los desalojos de viviendas durante la Gran Depresión, trabajando por la vivienda integrada, y exigiendo viviendas adecuadas, seguras y asequibles para todas las familias de los trabajadores.


El Partido Comunista considera que la crisis inmobiliaria actual exige un frente único multirracial de trabajadores y sus sindicatos, organizaciones de derechos civiles, jóvenes, adultos mayores, organizaciones de la comunidad y otros. La codicia inhumana e insaciable de los dueños de propiedades corporativas y los financistas deben ser detenidos.


Hoy en Connecticut, un movimiento está dando un paso al frente para reclamar la vivienda como un derecho humano. Por ejemplo, en esta sesión legislativa, los trabajadores movilizados superaban en número a los terratenientes en una proporción de cinco a uno en la audiencia pública más larga en la memoria de las audiencias para ponerle un  tope a la factura del alquiler. Esto refleja el hecho de que el 72% del público apoya limitar el alquiler. Por primera vez en la historia de Connecticut, los límites de alquiler  se discutieron y se consideraron pública y seriamente. Como una madre testificó ante la legislatura estatal: “Es estresante e inhumano no encontrar una vivienda asequible, porque es un problema humano el derecho a tener un techo y permanecer en la comunidad. El desplazamiento es mucho más abusivo para los niños”. Este es solo el comienzo.


Programa de emergencia de diez puntos


Hacemos un llamado al Estado de Connecticut y a todos los municipios locales para:


1. Declarar inmediatamente el estado de emergencia y continuar y ampliar todas las protecciones contra los desalojos y ejecuciones hipotecarias implementadas durante la pandemia.


2. Promulgar un tope de alquiler anual del 2,5%, junto con reglas para evitar aumentos de alquiler de un inquilino a otro y la prohibición de desalojos sin causa.


3. Eliminar las desigualdades y la discriminación sistémicas; hacer cumplir las leyes contra la discriminación contra las líneas rojas y otras prácticas dañinas por parte de grandes terratenientes y prestamistas; requerir leyes de zonificación municipal que permitan

unidades de vivienda familiar y asequible; promulgar reglas que sellen los registros de desalojo y ejecución hipotecaria para que los propietarios no puede usar esa información para discriminar contra inquilinos que hacen valer sus derechos.


4. Requerir comisiones representativas de renta justa en todos los municipios y dar legitimidad a los sindicatos de inquilinos ante esas comisiones; defender el derecho a organizar sindicatos de inquilinos y promulgar normas que exijan el reconocimiento de esos sindicatos por parte de sus propietarios.


5. Asignar recursos suficientes para ampliar el Derecho al Programa de Asesoramiento para cubrir todos los municipios del estado.


6. Ampliar la asistencia de alquiler estatal y federal para personas de bajos ingresos y hogares de ingresos moderados, incluso para los sin casa.


7. Hacer cumplir la protección igualitaria del medio ambiente y Peligros para la salud en la vivienda.


8. Aumentar los impuestos y tarifas de traspaso de bienes raíces a los grandes inversores comprando viviendas unifamiliares y de alquiler propiedades y utilizar esos fondos para crear asequibles unidades.


9. Promulgar la Agenda de Equidad presentada por Recovery for All

para gravar a los ricos y proporcionar alivio a los inquilinos y dueños de casa.  La Agenda de Equidad aumentaría ingresos por $ 1.24 -1.44 mil millones por año a través de 2 millones impuesto sobre la propiedad en todo el estado sobre la propiedad comercial y propiedades residenciales por valor de más de $1.5 millones, una Impuesto adicional del 5 por ciento sobre las ganancias de capital para las personas que ganan más de $500,000, aumentando la tasa de impuestos corporativos, y un impuesto de publicidad digital del 10 por ciento a las empresas ganando más de $10 mil millones. Crearía tres nuevos tramos impositivos con tasas impositivas más altas para las personas ganando más de $1 millón, $10 millones y $25 millón. La agenda incluye desgravación fiscal para los pobres y clase media gastando anualmente: $49 millones para mantener el crédito del impuesto sobre la renta del estado; $250 millones para duplicar el crédito tributario por hijos a $500; $ 180-240 millones duplicar el crédito fiscal sobre la propiedad a $600; y $180- 240 millones para proporcionar alivio del impuesto predial a personas de la tercera edad.


10.Hacer una histórica inversión pública nacional en vivienda asequible mediante la reasignación de fondos del presupuesto militar excesivo a nuestras comunidades como parte de una transición justa hacia una economía verde y pacífica.


Emitido por el Partido Comunista de Connecticut EE. UU. - Abril de 2023

Para copias y comentarios: CT-CPUSA@pobox.com

ctpeoplebeforeprofits.blogspot.com

Facebook: Partido Comunista de Connecticut

Tuesday, May 23, 2023

Golden Rule sailboat visits Connecticut to Abolish Nuclear Weapons

Connecticut cities along the shoreline are preparing to welcome the Golden Rule sailboat as it travels up the East Coast with a message to abolish nuclear weapons.


Inspired by rising threats of nuclear war and climate change, the Golden Rule is a project of Veterans for Peace with a host of other groups organizing support for the UN Treaty on the Prohibition of Nuclear Weapons.


Starting at 10 am on Memorial Day, May 29, a peace contingent will march in the Norwalk Memorial Day parade and then greet the Golden Rule sailboat at noon at Veterans Memorial Park.


The ship sails to New Haven next. On Saturday June 3 the crew will be welcomed with a proclamation from the Mayor at the Peace Garden (Ella Grasso Blvd and Legion Ave), which designates New Haven as a United Nations Peace Messenger City. A tour of peace trees planted annually in different neighborhoods by the City of New Haven Peace Commission will follow.


The ship will be docked at Long Wharf pier and will be open for visits. A special concert with speeches and music performances on Sunday June 5 at 2 pm will celebrate the Golden Rule's peace and environmental justice mission.


Next stop is Hartford where a City Council resolution will be presented at a press conference at City Hall on Monday June 6 at 3 pm. A potluck dinner at the Unitarian Society at 6 pm will feature the film “Making Waves.”


On Wednesday at 11:30 a silent vigil for a nuclear weapons free world, peace and non-violence will be held at the Old State House. That afternoon the ship sails from Charter Oak Landing to Middletown's Harbor Park for a breakfast on Thursday at 9 am.


Arriving at New London City Pier, daytime sails will be offered from 10 am to 4 pm on Friday June 9. An evening concert with folk musician Charlie King will be held at St James Episcopal Church Hall at 7 pm.


On Saturday June 10 a 2 pm rally at New London City Pier to Stand with the Golden Rule against Nuclear Weapons will cap off the ship's visit to Connecticut. Peace symbol tile painting, a Peace Regatta and live music will be followed by a potluck dinner with song, speakers and a short film at St. James Episcopal Church Hall at 7 pm.














Wednesday, May 17, 2023

Union Organizing Lessons: Unity and Hope

The inspiring lessons of three union organizing drives offered unity and hope at a roundtable discussion during the “International Workers Day 2023: Organize Now for a Just and Peaceful Future” event hosted by CT People's World .


Jordie Adams, a Starbucks barista, spoke of helping to organize a union at her store in Vernon, proudly announcing that the 300th store was organized by Starbucks Workers United in 41 states plus DC.


Paul Seltzer, a leader of Local 33 Unite Here and graduate teacher in history at Yale, spoke about their blowout union election with 91% yes votes, gaining recognition from Yale after over 30 years of person to person organizing. They are now negotiating a first contract.


Symone Destin is an 1199 member and a six year group home worker assisting people with disabilities. She is in a contract fight for better working conditions and pensions,  better health care for all group home workers, and better rights for the disabled community she serves. 


When moderator Pearl Granat asked “What do you all have in common?” each panelist stressed their common working class interests and the need for community and solidarity to overcome fear and keep up the fight.


We all want to be seen and heard. We all want change not just for ourselves but for everyone else, for our communities,” said Destin, telling Adams and Seltzer, “You have both been doing an amazing job.”


We remind our members that we deserve more than what we are getting and we're fighting with you every single day. We will win,” said Destin.


We all have to get up every day and make the choice to keep fighting,” said Seltzer. “We do it because we know we deserve more. All our campaigns have had to link up with other unions and other groups,” he observed.


Local 33 won because we had support from Unite Here Locals 34, 35 217, and other groups. We had a shared analysis about how to build power together and then take action together,” he said.


Adams agreed. “We have to unite store by store, there are 9000 Starbucks stores in the U.S. It' s exhausting but we care about what we're doing and it s worth the fight. The struggle is real and we are moving forward.”

Wednesday, May 10, 2023

May 17 Rally to Demand “Equity Can't Wait

“Equity Can't Wait” is the cry of nearly 70 unions, faith and community groups that have banded together in the Recovery For All coalition to demand that the emergency needs of Connecticut workers, especially low wage workers, workers of color and essential workers are heard and met.


On Wednesday May 17 from 6 to 7 pm thousands of people are expected to rally at the Capitol for a Moral Budget that invests in addressing the inability of many to make ends meet with $2000 rents and no wage increases while the state enjoys a multi-billion dollar budget surplus, a rainy day fund and the potential for expanding resources by taxing the rich.


The argument from the Governor and legislators that the spending cap limits their ability to deliver is being countered by the grass roots organizations who point out that there are ways to intercept the cap in times of emergency.


With a looming June 7 deadline to negotiate a budget, teachers, health care workers, immigrant organizations, housing groups and many others are sending out an alarm that the budget is falling short of meeting the extreme post-pandemic needs testified to in countless hours-long committee hearings over the past months.


“We cannot allow the spending cap to leave people suffering and block us from building a more equitable Connecticut for all,” they say.


Speaking at the People's World panel celebrating International Workers Day, 1199 group home worker Symone Destin put it bluntly, “I am confused how the richest state in the country could fail to pay caregivers enough to live on so we can do our job well for the most vulnerable.”


The Recovery for All equity agenda includes fully and equitably funding pre K-12 public schools, teachers, paraeducators; public colleges and universities; investing in long-term care and child care; expand Husky to all residents regardless of immigration status; restore and expand the public sector safety net and worker protections like paid sick leave, the minimum wage, and predictive scheduling.


On May 17 in the afternoon prior to the rally at the capitol, a CT AFL CIO lobby day will support a Workers Equity Agenda, while CCAG hosts a lobby day for Senate Bill 4, a comprehensive housing bill that increases tenant protections, affordable housing, and clean energy

Wednesday, May 3, 2023

Wage Theft Against Migrant Workers Under Investigation

When migrant workers stepped forward to tell their stories of abuse, exploitation, and wage theft on the job, the state Department of Labor (DOL) opened investigations into a construction company and two restaurants in New Haven. The Biden administration had just issued a new rule protecting immigrant workers from deportation if they help the government investigate labor abuses.


A press conference encouraged other workers to break the silence. “We need all immigrants to know that they can get help for wage theft,” said John Lugo, director of Unidad Latina en Acción. “We also call on the state and federal governments to provide legal services, so that the thousands of exploited workers can enjoy the benefits of this new regulation.”


Thirteen workers who had been employed by Palace Builders are seeking unpaid wages. Bella Vasquez told DOL, "The exploitation we lived through was very harsh. Art Banto, the owner of the company, did not pay us overtime and did not pay us at all for some weeks. During those weeks, I had to borrow money at high interest rates, and to this day I am still paying off those loans."


The press conference was held in front of Andy’s Restaurant and Bar on Sargant Drive, which is now closed. Former workers Lina Segura and Alexander Hernandez are seeking  nearly $20,000 in unpaid minimum wages and overtime for work from August 2022 to January 2023.  Instead of paying wages, owner Andres "Andy" Pastuzano gave free housing, until he stopped paying the rent and the workers were evicted.


Lina Segura told DOL, "Andy, the owner, told us we were like family and that he would pay us later. But after months of working hard and not receiving any money, we were more like Andy's slaves."


On August 23, 2022, former sushi chef Jose Luis Tlalmis filed a legal complaint against Miya's Sushi restaurant for $21,026 in unpaid minimum wages and overtime. Tlalmis said he was paid as little as $9.09 per hour when the CT minimum wage was $11.00 per hour, and the overtime wage should have been at least $16.50 per hour.  He worked from 66 to 83 hours per week.  Many weeks, the restaurant stole as much as $389 out of his paycheck.